Fuente: Tortora y Derrickson. Principios de Anatomía y Fisiología (2018).

La fisioterapia es una disciplina científica de las ciencias de la salud que tiene por objeto de estudio al movimiento del cuerpo humano. Es por ello que el fisioterapeuta está en capacidad de determinar cual es la causa de cualquiera de las alteraciones del movimiento corporal humano, lo que quiere decir, que puede establecer cuales son las deficiencias en los diferentes tejidos del cuerpo humano y, a su vez, como mejorarlas.

Los seres humanos, están constituido por un número estimado entre 10 y 100 billones de células. Todas estas células se agrupan según su forma o función para formar tejidos. Los tejidos a su vez se agrupan para formar órganos, y los órganos pueden formar aparatos o sistemas.

La diferencia sustancial entre un aparato y un sistema es que, el sistema es un conjunto de órganos cuyo origen embrionario es el mismo, pues todas las células que conforman el sistema son similares en morfología y fisiología, como el sistema nervioso o el sistema tegumentario, mientras que un aparato, está formado por órganos cuyos tejidos tienen distinto origen embrionario y distintas células, como el caso del aparato reproductor o el aparato excretor.

A la luz de las líneas anteriores, y partiendo del hecho de que tanto sistemas, aparatos y órganos están formados por tejidos, en estas líneas expondremos cuales son los tejidos básicos del cuerpo humano y los tejidos en los cuales la fisioterapia tiene influencia directa para garantizar el correcto funcionamiento del aparato locomotor.

Existen 4 tipos de tejido básico: conjuntivo, epitelial, nervioso y muscular.

• El tejido conjuntivo

Une y soporta a otros tejidos en el cuerpo humano. También se le conoce como tejido conectivo. Almacena energía en forma de grasa y brinda ayuda en la inmunidad contra ciertos patógenos.

• El tejido epitelial

es el tejido que recubre las superficies internas o externas del cuerpo. Tapiza los órganos huecos, cavidades y conductos. Dan origen a las diferentes glándulas. El tejido epitelial permite las interacciones con el medio interno y externo.

• El tejido nervioso

Es el encargado de percibir y transmitir estímulos mecánicos, químicos o térmico y transformarlos en señales eléctricas para su conducción. Detecta todos los cambios tanto dentro del cuerpo como en su entorno. Las respuestas en estos tejidos desencadenan potenciales de acción que activan la contracción muscular y la secreción glandular.

• El tejido muscular

Es un tejido especializado que le permite al cuerpo humano la locomoción transformando energía química en energía mecánica. Este es el tejido que desarrolla fuerza y qué en dicho proceso, genera calor.

Además, los tejidos se pueden clasificar en especializados o no especializados. Si un tejido tiene una o poca funciones, se considera un tejido no especializado, como en el caso del tejido epitelial y el tejido conjuntivo.

Los tejidos especializados son aquellos que cumplen mas de una función, como en el caso del tejido nervioso, el tejido muscular, el tejido óseo, el tejido hematopoyético, el tejido sanguíneo y el tejido linfático.
Si, quizá te sorprenda que se considere a la sangre y a la linfa como un tejido. Pero son un conjunto de células que tienen gran cantidad de líquido en su espacio intersticial.

Ahora, ¿puede la fisioterapia producir efectos en todos los tejidos? Si, la fisioterapia produce cambios en todos los tejidos del cuerpo humano.

Al aplicar cualquier medio físico relacionado con los cambios de temperatura, es decir, con el calor o con el frío o con la aplicación de la electricidad, se estimulan receptores pertenecientes al sistema nervioso, es decir, al sistema tejido nervioso, pero también se producen cambios tanto en el tejido epitelial y el tejido conjuntivo de la zona sometida al cambio de temperatura y a su vez, en el tejido muscular, sea el liso de los vasos sanguíneos o la musculatura subyacente a la piel. A través de estos medios, se puede alcanzar el alivio del dolor.

Fuente: Instema. Fisioterapia del tejido conjuntivo.

Otra de las grandes herramientas de la fisioterapia es la movilización, tanto pasiva como activa, que produce cambios en el tejido conjuntivo, sobre todo en el periarticular, disminuyendo su viscosidad y aumentando su flexibilidad, brindando así mejoría en la movilidad articular.
Las diferentes técnicas de masaje, producen cambios en el tejido conjuntivo, en el tejido nervioso y en el tejido manual.

El ejercicio terapéutico, quizá la herramienta más poderosa de la fisioterapia, no solo produce cambios en el tejido conjuntivo, el tejido epitelial, el tejido muscular y el tejido nervioso, sino que también influye en el sistema endocrino de manera positiva, contribuye al control y prevención de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial y logra potenciar la sensación de bienestar, aportando de esta manera al óptimo estado de bienestar físico, mental y emocional de las personas.

Si eres fisioterapeuta o estudiante de fisioterapia, siéntete orgulloso por poder influir de manera positiva en los cuatro tejidos básico del cuerpo humano.
Si eres paciente, usuario, cliente de fisioterapia, comparte este artículo con tu fisio y hazle saber que tanto en sus manos, como su cerebro está tu bienestar.
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